La cultura escolar puede tener una
parte negativa y una parte positiva. En la parte negativa condiciona a los
individuos a seguir criterios no válidos, para aceptar las cosas que se saben
están mal, que carecen de una razón de ser o han quedado rebasadas por el paso
del tiempo, algunos elementos que se comparten de las ideas negativas es creer
que la mayoría de las universidades están por debajo de otras sin ningún
argumento válido, que se considere a los docentes como los únicos responsables
del proceso de aprendizaje y de los problemas escolares, que los docentes tengan
que aceptar “usos y costumbres” (lineamientos o deberes) de escuelas a las que
llegan por primera vez, que los profesores tengan que asumir determinadas
costumbres porque son una tradición en
la escuela (como los modos de enseñanza), considerar que el estudiante es incapaz
de crear nuevo conocimiento porque sólo es un recipiente vacío, o que tanto
estudiantes o profesores tengan que adaptarse a problemas que en lugar de ser
transformados son evitados para el bien
de todos. La cultura negativa pude determinar el espacio escolar, en un
sentido negativo.
En contraparte la cultura escolar
positiva promueve y pretende generar cambios al establecer una ideología que
busca mejoras desde los actores, en la que todos se beneficien. Ejemplo de la
cultura escolar positiva sería cuando el docente efectivamente es un actor de
cambio que ayuda a generar nuevos conocimiento, a la par de fortalecer
expectativas en los estudiantes, que como se estudiantes se asuma como parte
fundamental de la institución escolar y que cada una de sus acciones fortalecen
a la escuela, a través de la participación de las diversas actividades
(culturales o deportivas), o expresando sus diferentes puntos de vista y
desarrollando sus propias habilidades. Si la cultura escolar positiva se
promueve para lograr los cambios que se necesitan la institución, entonces es
la cultura escolar la que determina a la escuela.
Considero que la cultura escolar positiva se puede considerar una
verdadera cultura escolar, ya que se trata de una cultura que es compartida
socialmente correspondiente. Para que la cultura escolar influya en la escuela tiene
que darse como producto de un compromiso, compartido con estudiantes, padres de
familia y autoridades, todo para trasformar a la escuela. Así el compromiso
deben ser en primera instancia con docentes capacitados, no únicamente por una
Reforma Educativa caprichosa, sino por un verdadero compromiso en búsqueda de
mejorar la práctica educativa; segundo los docentes no son los únicos que
tienen que asumir el compromiso los estudiantes tienen que comprometerse a no
conformarse con delimitados contenidos temáticos, que sólo le permitan lo suficiente que hay que aprender; tercero los padres de familia
que en las últimas generaciones han relegado no solamente el aprendizaje sino
la educación total de sus hijos. Por lo tanto, para que la cultura escolar
pueda promoverse y diferenciarse de una “cultura” negativa, hay cuestiones a considerar: uno, que sea
congruente con sus funciones; dos que todos se conduzcan con compromiso y
ética; tres, que exista comunicación entre todas sus partes; y por último que
se compartan los anteriores entre cada uno de sus actores.
A simple vista la escuela es solamente
un cumulo de reglas y normas que se basan en una ideología específica, pero si
esto realmente fuera así ¿Por qué la cultura escolar puede variar de una
escuela a otra? La repuesta es porque en cada una de las escuelas los actores
cambian, eso quiere decir que los que conforman la cultura escolar determina a
la escuela ya que buscan objetivos similares, comparten hábitos y una ideología
en común, más allá de las cuestiones que he llamado positivas o negativas
dentro de la cultura escolar hay que considerar los rasgos de los estudiantes
en las escuelas, el perfil socioeconómico de sus estudiantes, la zona
geográfica, la edad a la que se acude, etcétera. En ese sentido sería difícil
concluir si la cultura escolar determina a la escuela, o la escuela es la que
determina a la cultura escolar, a que las mismas características son
delimitadas desde las instituciones educativas: a quién va dirigido un programa
escolar, la forma en que se cursa, el diseño curricular hacen que esos actores
no sean los mismos en todas las escuelas, haciendo actores característicos y
específicos de una escuela a otra, haciendo que también la escuela cree y promueva
una cultura escolar determinada.
Bolívar, A. (1996). Cultura
escolar y cambio curricular. Bordón, 48 (2), 169-177.
Espeleta, J y
Rockwell, E. L
(1989). La escuela: relato de un proceso de construcción
teórica. Ponencia presentada en seminario CLACSO sobre educación,
Sao Paulo, Brasil, junio 1983
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